Qué camino escoger...

Si no arriesgas no ganas...

Esto es algo que todos hemos escuchado alguna vez, y por lo que nos dejamos guiar de vez en cuando.

Cuando algo está en juego nos acordamos de esta frase, puedes perder mucho... pero siempre va a poder más el tic tac, hace tanto ruido que nos asusta creer que se nos puede salir del pecho. Y entonces debes decidir si cerrar los ojos y lanzarte o quedarte tal y como estás.

Si te lanzas irán pasando todos los colores por delante de tus ojos, el rosa, el rojo, el blanco, el verde... es el amor, la pasión, los momentos en calma, las aventuras vividas, con pequeñas manchas de gris por los malos tragos, pero que mezclados con otros colores, el gris desaparece. Cierras los ojos y te das cuenta de todo lo que escondes dentro, y las ganas que tienes que compartirlo.

Pero, que pasa si el gris es cada vez más frecuente y se van las ganas de crear otros colores para eliminarlo?

Entonces te das cuenta de que tan solo te quedan dos opciones. Una con camino largo... pero seguro, y otra con camino un poco más corto...pero inseguro. Y lo ves cada vez más inseguro, y te encuentras cada vez más lejos, al otro lado del río. Borras las ilusiones, los sueños y las esperanzas como puedes, te fijas en la otra persona que se llega hasta lo más alto y consigue sus metas, y te quedas intentando tener una nueva vida, en la que todo va a depender de ti, solo de ti.

Todo tiene sus pros y sus contras. Pero siempre debemos escoger el camino que nos regale más felicidad, o eso me he enseñado yo misma.