martes, 25 de noviembre de 2014

Remembering and forgetting.

Podría sentir tus manos deslizándose suavemente por mis mejillas,
Podría sentir tus ojos postrados delante de los míos mirándome con cierta curiosidad,
Podría sentir tus labios descarados abalanzarse sobre mi cuerpo,
Podría sentir tu piel erizada cuando mis dedos resbalan sobre ti,
Podría sentir tu corazón desbocado cuando mi cabeza descansa sobre tu pecho,
Podría... pero no puedo.

Tan solo intento recordarte y olvidarte al mismo tiempo.

jueves, 13 de noviembre de 2014

I'm a nightmare dressed as a daydream.

Poems...

I forgot who I was in the
chaos and the kisses, the open
ended declarations of love
and in the late nights of passion.

I left myself on your doorstep that first night
when we joined as individuals to create a 
whole. I was your sub piece, the one you
looked to when you needed someone,
but I was never able to look to you in return.

Somewhere along our journey I lost the things that made me who I once was,
and when I turned around to pick up the pieces
you started to notice.

As I began to rise from the darkness you cast over me,
you started to dim in color.

I realized that you had to be the sun in order to live,
and without a shadow, you felt you could not shine.




– Sydney Lynnyou be the sun and i’ll be the shadow

domingo, 9 de noviembre de 2014

Sickness.


Tengo una enfermedad. Ese tipo de enfermedad de la que a nadie le gusta tener. De la que quieres huir. Ese es tu único objetivo en la vida.

Intentas convencer a los demás de lo maravilloso que puede ser todo, aún cuando tu piensas que nada merece la pena. Aún así de verdad quieres hacértelo creer a ti misma, como si la idea que tu tienes está mal y tienes que cambiarla, porque el mundo no la va a aceptar. No te van a aceptar así. Tienes que fingir o te comen. No puedes estar triste. No te está permitido.

Cuando pasas demasiado tiempo triste, es raro. Cuando piensas demasiado, es raro. Cuando escribes más que hablas, es raro. 
Cuando dejas de verle un sentido a las cosas, estás perdida. Cuando dejas de luchar por esta necesidad de ser positiva, estás totalmente jodida. La tristeza es algo que crea cierto tipo de adicción. El problema es cuando te acostumbras a ella, y vives inmersa en ella, ya no hay vuelta atrás. No hay salvación para eso. 
Es una lucha constante entre dos sentimientos tan voraces.

I want hell.

No quiero que me pidas perdón ni me digas lo siento. No creo en el arrepentimiento. No quiero un gran discurso preparado para pedir disculpas, suplicando mi perdón. No quiero flores en mi puerta, ni notitas, ni cartas salidas del corazón, ni siquiera remordimiento en tus ojos.

Quiero que sientas lo que yo he sentido.

Quiero que tu pecho se parta en dos, agrietándose poco a poco. Que tu piel arda. Que tus manos tiemblen y que tu vida se descomponga. Quiero verte rojo como el fuego, comiéndote la ira por dentro. Perdiendo el sueño. Llorando día y noche teniendo que mostrar una cara falsa al mundo.

Quiero que tu corazón se rompa cuando oigas mi nombre. Que te tiemblen las rodillas cuando oigas nuestra canción o cuando tropieces con los recuerdos.

No quiero que me pidas perdón porque eso no es lo que yo he sentido. Quiero que sangres todos y cada uno de los infiernos que he vivido.

What scares me the most.


A veces pienso en todas aquellas cosas que tanto me aterran. La soledad, el miedo al fracaso, a lo desconocido, dar pasos en falso...
Pero creo que lo que más me aterra es que si al levantarme una mañana olvidase mi propio nombre, probablemente seguiría recordando el tuyo.

domingo, 12 de octubre de 2014

Viaja


Siendo azafata me he dado cuenta de muchas cosas. He visto muchas personas tristes, muchas felices, muchas enfadadas y muchas agradecidas. La diferencia es que suelen ser más positivas las personas que vuelven de viaje a las persona que se van. ¿Por qué? Tenemos miedo. Nos vamos con miedo. Vivimos una vida cronometrada y organizada y pensamos que debe ser así siempre. Que debe funcionar de esta manera para que nuestros objetivos se realicen. Plazos y metas. Pero cuando vuelven de viaje, llenos de experiencias, de conocer nuevas personas, nuevos lugares, de aprender y auto-realizarse, ahí es cuando te reciben con una sonrisa de pura felicidad.

Entre ovejas y lobos.



Entonces, y solo entonces, comprendí que se equivocaban. Nos meten en la cabeza a la fuerza una serie de valores fundamentales. Valores puramente FALSOS. Valores que no significan nada. No te instruyen para que seas feliz, sino para que busques la felicidad eternamente y que, al final, te des cuenta de que nunca has experimentado tal sentimiento. ¿Por qué? Nos manipulan, nos manejan. Piensan que somos ovejas siguiendo al rebaño y huyendo del lobo feroz. Ese lobo del que no sabemos nada, pero aún así tememos. ¿Y si te dijera que ese lobo feroz es una metáfora de tu propia felicidad? Ese lobo son tus miedos, tus inseguridades, el vacío. Es aquello que debes superar, lo desconocido, lo lejano. Ese lobo está dentro de ti. Si quieres felicidad no sigas al rebaño, pues este solo te llevará a un futuro trivial, una vida común en busca de la felicidad. Sin embargo, si sigues al lobo lo que te espera es algo diferente. Aventuras, pasión, exploración. Todo aquello a lo que le tienes miedo. Todo lo que te mata pero a la vez que hace sentir vivo. Viaja, sueña, sé tú mismo.

No seas oveja, sé lobo.

miércoles, 18 de junio de 2014

50 noches sin ti. N01

Noche 01.


No puedo respirar...

Mis pulmones están rotos. No de tantos cigarrillos, pues de esos he perdido ya la cuenta. No funciono. De alguna manera u otra, no sirvo. No quiero dormir. No voy a dormir. Aunque quisiera, no podría. Es demasiado doloroso yacer sobre tu olor. Saborear cada recuerdo <<¡No. Escupe, escupe, subnormal!>>. ¿Acaso no era yo suficiente? ¿Acaso no lo éramos todo? ¿Acaso...? Acaso nada. No merece la pena auto cuestionarme. Todos me dicen que estaré bien. Que todo saldrá adelante, que es el propio ciclo de la vida. Eso lo dicen porque no tienen ni idea. No te conocen. No conocen cada centímetro de tu espalda, el cómo caminas o como arqueas la ceja cuando oyes algo gracioso. No conocen cada suspiro, ni te han visto derramar lágrimas de puro sufrimiento, no han visto nada. No te han oído componer ni siquiera han oído algo profundo de ti. Lo que de verdad es tu esencia. No tienen ni puta idea. Pero, qué más dará. Tampoco te han visto fingir felicidad durante tanto tiempo. Yo tampoco me di cuenta. De haberlo sabido habría hecho algo al respecto. Pues fingir felicidad es la peor de las tristezas. No mereces eso mi amor, mereces el paraíso. Como si cada día fuera el día de tu cumpleaños. Eso. Eso te daría. Entonces te cuestionas por qué las cosas se revolvieron de aquella manera hasta que se hicieron insostenibles. Creamos algo hermoso, algo fantástico... y lo convertimos en infierno. Tus clavículas, tus mordiscos, incluso la yema de tus dedos, eso era cielo. No sé cómo pude dejar que todo se fuera a la mierda.

Te necesito.

Perspective.



Qué tan sencillo es cambiar. Revolver un solo pensamiento en un segundo. Mandarlo todo a paseo y empezar de nuevo contigo misma. Abres los ojos, te despiertas un día, y decides que ya no quieres ser de esa manera. Que ya tuviste suficiente. Olvidas tus errores, aquellas cosas que quizás debiste haber hecho y no hiciste. Aquellos besos que no diste y aquellas palabras que se te amontonaron en la boca y quedaron en nada. Ahora son eso. Nada. Todo eso que esperas de los demás, desaparece. Incluso tus propias reacciones. ¿Para qué seguir preocupándonos? Ese tío que te hace daño y que luego suplica perdón, no merece ni una mirada. Ese día en el trabajo cuando todos te sacan de quicio... mándalo todo a la mierda. Cambia tu actitud. Es la única manera de que cambien las cosas. La perspectiva lo es todo.

jueves, 27 de marzo de 2014

domingo, 2 de febrero de 2014

Calles sin dueño.


Y de nuevo llegó la noche, me retuerzo en mi insomnio, recuerdo tus palabras vacías de valor y entonces amanezco con sabor a rabia. Reconstruyo mi día a día con miradas pasadas y lugares que ahora carecen de sentido. Entonces vuelvo a ser esa persona con sueño y despistada que solo buscar algo que la mantenga respirando. Luego estás tú, decidido. Sonriente. Caminas por tu luminosa calle, recta, lisa, y tienes ese resplandor que todo el mundo adora. Yo observo desde el otro lado como eres capaz de vivir con tanta hipocresía. Mi calle está vacía, las farolas no alumbran, camino sobre este suelo pedregoso, tropiezo, me levanto. Tan solo oigo silencio y ésta voz interior que me dice 'eres mía'. Grito de dolor. Estas cadenas pesan demasiado, me duelen las muñecas. Y aunque quizás serías capaz de arrancártelas y correr, sabes que es una tarea ardua. Demasiado esfuerzo para un cuerpo tan cansado. Entonces te rindes, te sientas al borde de la acera, y contemplas el acto final.


Profile Graphics, Page Graphics, Tumblr Graphics