Misery.

Le has devuelto el frío a mi piel, también todos los latidos que algún día te presté...

Vuelvo a ser yo misma. Una imagen que para nada echaba de menos, melancólica y triste. Es así. Supongo que yo solita estoy donde estoy, nadie es culpable de nuestro destino. Nosotros fijamos los caminos que recorremos... ya no puedo caminar más, el camino se me hace demasiado largo. Tan solo puedo sentarme y esperar... ver los coches pasar, las personas caminar y perder de vista aquellas nubes a las que tanto me aferraba. No sé. Es lo que tenemos las personas vulnerables, nos hacen daño con facilidad. Nosotros mismos nos aniquilamos como asesinos. Yo misma... mi nueva mejor amiga, mi nueva amante, mi nueva vida. Me odio. Odio esa devoción que tengo por ayudar a los demás. Lo odio porque me hundo más en mi miseria. Solo espero que algún día dé frutos. Esa es mi única esperanza... confío en ti.

Te echaré de menos, muchísimo.