Insomnio.

Me gusta mirarte cuando estás dormido. Pareces tan indefenso... No te mueves, pero respiras de una manera tan profunda que parece que te lleve la vida en ello. Me gusta mirar como respiras... y apoyar mi mano sobre tu pecho. Siento que tu cuerpo es solo mío, por entero. Entonces giras la cabeza, pero no abres los ojos. Tu boca esboza una sonrisa. Porque aunque estés dormido, lo sabes. Sabes que me tienes como quieres. Sabes que sería capaz de pasarme la noche entera sin dormir con tal de quedarme ahí parada, observándote... sintiéndome tan orgullosa de tenerte, protegiéndote y velando por ti... hasta que el sol aparezca. Sabes que me muero si veo que algo va mal.... como cuando dejas de respirar unos segundos y mi corazón se pone a mil. Entonces vuelves a respirar... y yo vuelvo a sonreír. Sabes que me encanta abrazarte cuando estás dormido, aunque a veces te dé por empujarme y alejarme de ti... no me importa. Sé que si estuvieras despierto te aferrarías a mí con tal fuerza que mi aliento se evaporaría. Lo sé. Sé que me amas... porque a veces en un susurro se te escapa mi nombre y no te das cuenta. Porque cuando te despiertas por la mañana y yo me hago la dormida... sé que me miras. Y cuando me miras, sonríes. Porque esa es la manera en la que siempre has soñado despertarte... teniéndome a tu lado.