Cada día es una nueva invención de recuerdos. Activamos la
maquinita y BUM, sensaciones por doquier. No es tan fácil como digo pero, algo
así. Llega un día en el que eres el mayor terremoto que haya existido y te
pones como una loca a fabricar recuerdos. A hacer cosas por primera vez. A
sentir de verdad. Días así son los que cuentan. Días en los que lo das todo a
cambio de nada. Bueno sí, a cambio de reciprocidad en cuestión de ganas. A
cambio de que nadie te hunda el día. Solo eso. Compartir la alegría. No todos los días
pueden ser el mejor día de tu vida, pero si hay uno o algunos de los que te
sientes realmente orgullosa, eres muy afortunada. Así que... para qué arrepentirse? Exprime el día. Levántate,
pon tu canción favorita, desayuna, ponte la mejor sonrisa que tengas y haz las
cosas que siempre has querido hacer. Ahí está el secreto. Y cuando termine el día tan solo te quedará él "hagamos mejores recuerdos mañana".
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