Los finales felices no existen. Cuando algo se acaba, siempre deja un resquicio de incertidumbre. Los finales felices, irónicamente, son los más tristes. Por eso lo único que te pido es que me des el principio más hermoso de todos, ese inolvidable. Y la historia más bonita jamás contada. Eso sí, sin final.
Hagamoslo eterno.
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