Canciones...

Nuestro amor es como una canción. Un día la descubrimos por primera vez... y nos encantó. La oímos miles y miles de veces, a todas horas. Se convirtió en nuestra propia banda sonora. Hasta que llegó el día en el que se hizo repetitiva e incluso era irritante. Te cansaste de oírla. Y ahí quedó la canción... abandonada en el cajón junto a las demás canciones. Pero hay una norma universal para las canciones: Puedes dejar de oírla e incluso pueden pasar años sin que vuelvas a saber de esa canción... pero cuando aparece te das cuenta de que nunca has olvidado la letra ni todo lo que ello significaba para tí.