Pero lo cierto es que la perfección está sobrevalorada. Y que una vez que tienes a un hombre que roza la perfección.... te acabas cansando. Porque los príncipes azules acaban destiñendo.
Yo quiero enamorarme de un hombre imperfecto. Al que se le olviden las fechas importantes y que no me pueda ni comprender...y aún así me ame. Que pueda pasar una tarde sin verme y no haber tenido la necesidad de estar conmigo, pero haber estado pensando en mí. Que me diga que me quiere, solo cuando instintivamente tenga ganas de decirlo. Que sea sincero conmigo. Que venga a visitarme esporádicamente y me dé sorpresas inesperadas. Que me demuestre que soy importante para él con cada beso y con cada caricia. Que al mirarme sobren las palabras...
Me encanta esta entrada, te sigo! :)
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